
La orden ejecutiva firmada por el presidente Trump en marzo de 2025, donde declaraba el inglés como la lengua oficial de los Estados Unidos, junto con el asesinato reciente del activista político de la derecha estadounidense Charlie Kirk (1993-2025) en septiembre de este mismo año, resaltó las coincidencias entre las premisas políticas de Kirk y la política lingüística de Trump. La orden trumpista resuena profundamente con el discurso que el difunto Kirk venía promoviendo desde hacía años en su programa The Charlie Kirk Show y en sus debates con estudiantes en campus universitarios, pues Kirk insistía en que el inglés debía ser la lengua oficial de los Estados Unidos, retomando un argumento ya formulado por el locutor y escritor conservador Michael Savage, quien acuñó el célebre lema “Borders, Language, Culture”. Savage sostiene que sin fronteras no hay país (“Without borders, there is no country”) y que sin una lengua común –entendida inequívocamente como el inglés– solo puede haber confusión y desintegración. Este credo fue recuperado por Kirk el mismo día en que se promulgó la oficialización del inglés, cuando celebró la decisión como una reafirmación de la unidad nacional estadounidense. La propia orden ejecutiva repite ese principio en clave tecnocrática al declarar que “establecer el inglés como idioma oficial no solo agilizará la comunicación, sino que también reforzará los valores nacionales compartidos y creará una sociedad más cohesionada y eficiente”.
El 3 d’octubre passat es va celebrar a la sala d’actes de l’Escola d’Administració Pública de Catalunya la jornada anual de la Revista de Llengua i Dret. Enguany, la jornada es va dedicar a la protecció jurídica de les llengües i la regressió.

